El Pueblo Maya constituye una familia de 29 comunidades étnicas. Son más
de 25 millones entre Guatemala, Belice y México. Una situación colonial es
la dominación que un pueblo sufre en manos de otro pueblo conquistador y
extranjero, y que es culturalmente y racialmente diferente. Los ladinos
son reproductores y beneficiarios del colonialismo interno iniciado por
los españoles.
Para el gobierno, es Maya el que no puede hablar español; es decir que el
Maya con títulos académicos ya no es Maya según ellos. Es una prueba más
de la política de exterminación física y cultural de los Mayas de parte de
los ladinos: es decir la negación o minimización de la existencia y del
número de indígenas en cada país. Ese proceso pasa por la explotación
económica (monopolios de los medios de producción y sueldos miserables) y
la discriminación cultural (en la educación y los medios de comunicación,
¿cuantos Mayas saben de Internet?).
Las poblaciones Mayas están dominadas por los dirigentes mestizos y
criollos así:
a. La clase dirigente ladina monopoliza el Estado y los organismos
ejecutivo, legislativo y judicial y utiliza esos poderes para oprimir y
desmantelar a las naciones Mayas.
b. Existe un idioma estatal que es el castellano y una cultura nacional y
oficial que es la criolla-ladina. Los idiomas y las culturas Mayas son
conceptualizados y tratados como folklore.
c. Se practica la discriminación y explotación económica del Pueblo Maya a
pesar que es quién más aporta en el Producto Interno Bruto, es decir en la
riqueza nacional, pero es el que menos beneficios percibe por su trabajo
(de nada a Q.15/día, a Q.25/día con maltratos).
d. Los ladinos conservan su poder gracias a una política de subordinación,
asimilación, fusión étnicas y esterilización en virtud de la supuesta
inferioridad e incapacidad de los Mayas. Ya que no se puede organizar un
genocidio como el de las 80tas, ahorra se borran idiomas, se reemplaza
culturas con valores gringas y ladinas(pollo campero, Nike, Mac Donald,
Televisión, prensa, Quetzalteca, Gallo... y sectas religiosas son los
mejores aliados de la política de aculturación del gobierno
ladino).
e. El proyecto criollo-mestizo exige la exterminación de todas
nacionalidades e idiomas no mestizas para lograr la homogeneidad étnica.
La reforma educativa y los acuerdos de paz son una estafa para calmar a
los maestros y a los intelectuales Mayas extremistas.
f. Los ladinos acusan a los Mayas de ser responsable del actual
sub-desarrollo y del atraso del país, exigiendo la muerte de las culturas
Mayas como prerrequisito al desarrollo y la modernización de Guatemala,
mientras es la corrupción generalizada de los jueces, policías, ejércitos,
alcaldes, diputados, congresistas que sigue destruyendo a la economía y la
inversión empresarial.
g. Esas falsas afirmaciones ladinas son quinto centenarios, por lo que
constituyen dogmas que todo criollo y mestizo colonialista cree y
practica. Los cambios constitucionales, el derecho internacional tienen
poco valor ante estos pensamientos racistas e irracionales que tienen
adeptos y practicantes en la mayor parte de la actual clase dirigente. Esa
misma gente califica las luchas étnicas Mayas como divisionistas y
retrógradas para poder rechazar sus propuestas y exigencias desde 500
años, mientras esas luchas solamente buscan el derecho a la vida de la
mayoría (campesinos, sin tierras, maestros, estudiantes, CPR’s, pobres,
sin techo, viudas de los masacres, huérfanos, enfermos, trabajadores de
derechos humanos, retornados, desplazados...).
h. El colonialismo ladino recurre a fundamentos falsos para justificar la
opresión y disolución de las nacionalidades del Pueblo Maya. Lo grave de
esas falsedades es que son operativas y que los exterminadores, opresores
y explotadores de la cultura Maya sean vistos como salvadores y demócratas
(cf. Rios Montt y Lucas Garcia). Además el Maya que lucha para sus
derechos está descrito como racista, retrógrado y mal guatemalteco, y que
el “buen indio” sea aquel que se auto desprecie y luche contra su cultura
e intereses étnicos. Temen que los Mayas se substraigan al control y
tutelaje de los ladinos.
Demetrio Cojtí Cuxil, “Políticas para la reivindicación de los Mayas de
hoy”, SPEM 1994.