A lo largo de los meses es con autosatisfacción y desprecio que los
ministros de educación y de investigación revelan sus posturas. Cuando
hablan de «reformar» la primaria, el instituto o la universidad en
realidad las están sometiendo a las leyes del mercado. Tienen dinero para
los bancos, pero no lo tienen para la escuela. Suprimen los IUFM
(Institutos donde se forman l@s profesor@s), quitan 13500 puestos para
septiembre 2009, así como 3000 de los RASED (red de ayuda en la primaria a
ninos con dificultades), contratación de empleos precarios y de jubilad@s
para satisfacer las demandas cuando hace falta de profesores o personal en
el sector de «vida escolar»…
Las decisiones de los ministerios son el reflejo de una política meramente
contable: acabar con el servicio público de Educación
Esta lógica económica se viste de las banderas del «buen sentido», usando
el mito de «la igualdad de oportunidades» y con una visión imaginada del
esplendor de la escuela del pasado.
Así, los «nuevos programas» de primaria rehabilitan «la marseillaise», la
«instrucción cívica» y los «fundamentales», matemáticas y francés. Como si
la escuela se resumiera en construir un buen ciudadano repitiendo
ejercicios.
La semana de cuatro días en la primaria y la supresión del mapa escolar no
logran esconder esta filosofía discriminatoria: fin de semana al campo y
colegios de centro ciudad para un@s cuantos, barrios y ghettos para los
demas.
El «apoyo» a los niños con dificultades escolares fuera de la clase es un
testimonio de su ideología reaccionaria. Sólo la cultura escolar tiene
legitimidad como clave del suceso. Y a pesar de esta ayuda, el fracaso
validará las jerarquías sociales.
El jueves 20 de noviembre, todas las organizaciones sindicales, de la
primaria al instituto, llaman a la huelga. Esta huelga se inscribe dentro
de una semana de lucha a favor de la educación. Lo que sí seria
pedagógico: ¡prorrogar la huelga!
Federación de Enseñanza de la CNT francesa
Más informaciones en: http://www.cnt-f.org/fte