
Parece que las derrotas gobiernan nuestros tiempos : subida de los
despidos colectivos, suicidios de asalariados destruidos por la gestión
moderna de las empresas (el management) como en France Telecom o Renault ;
expulsiones de trabajadores con familias sin papeles que sea por parte de
la policía en Calais o del servicio de « orden » de la CGT en París ;
represión en contra del movimiento sindical en Kanaky, en Nimes, en
Grenoble y en otros sitios ; disparos con gomas mutiladores en contra de
la juventud ; desesperanza en el campo ; destrucción de los servicios
públicos ; clase política sorda cuando trabajadores como los de Molex
amenazan con hacer explotar su herramienta de trabajo para vivir con
dignidad ; palabras racistas de un ministro (del Interior) con el aliento
de sus iguales.
Llueven los golpes, a veces nos quedamos sin aliento y la respuesta tarda
en organizarse…
No hace faltar esperar esperar a los planes de emergencia, éstos son para
los bancos. No hace faltar esperar que la izquierda política se organice,
esta se queda fuera de nuestra realidad social – sólo está preocupada por
las batallas de poder y de ego. No hace faltar esperar remedio desde la
perspectiva del sindicalismo oficial, las confederaciones llamadas
representativas están demasiado ocupadas en negociar con el gobierno las
modalidades de cogestión. No hace faltar esperar que el capitalismo se
reforma por sí mismo, está demasiado ocupado en entretenernos para que
olvidemos lo que realmente es : una máquina de triturar y de sacar
beneficios a favor de unos pocos.
El combatir sólo será nuestro. Esto sí lo entendieron los trabajadores de
Conti (subcontratista) o de la SBFM, como los obreros kanaks (de Nueva
Caledonia) y guadalupeños. Siempre donde los trabajadores se organizan por
sí mismos en sus luchas para que se respete sus derechos y ganar
influencia, la sociedad avanza. En contra del sindicalismo de cogestión,
de las direcciones sindicales quienes negocian nuestras derrotas y aíslan
nuestras luchas, es hora de desarrollar un sindicalismo de clase,
interprofesional y ofensivo, portador de un proyecto de transformación
social anticapitalista y antiautoritario.
Porque hoy en día, al gobierno y a la patronal no le importan los días de
(in)acción con falsa unidad sindical. Nuestras luchas sociales se llevan
sin cesar, piensen lo que piensen las burocracias sindicales.
La Confederación Nacional del Trabajo (CNT) llama a todos l@s
trabajador@s, asalariad@s, parados o precarios, a construir un movimiento
social en torno a la democracia directa y hacia la huelga general.
Publié le 24 septembre 2009.
CNT Francia